sábado, 27 de septiembre de 2014

La intuición, ese ángel que nos lleva en brazos...

No solo eres el camino, eres el arma para transitarlo, la intuición! Llámalo guía, luz, ángel, como desees, es la intuición, eres tú. La mayoría de las veces nos mentimos a nosotros mismo buscando justificaciones lógicas para tomar una decisión, cuando la decisión está ahí, en la intuición, así de simple, pero no confiamos suficiente en nosotros mismos, porque es difícil justificar una decisión solo por una corazonada rechazando las excusas aparentemente lógicas.

 Cada vez que seguimos nuestra intuición nos alineamos con nuestra verdad, elevamos nuestra consciencia y nuestros niveles de vibración. Para ser honestos con otros debemos comenzar por ser honestos con nosotros mismos, cuando mentimos a otros nuestra energía baja, se crea una barrera porque aunque no lo veamos o creamos los otros perciben la energía que emitimos en el momento que mentimos como una amenaza, que obviamente crea una barrera ante el posible intercambio de energía; lo mismo sucede cuando nos mentimos a nosotros mismos usando justificaciones para no escuchar las “corazonadas”, y luego cuando las cosas no salen como se supone que debieron salir, nos decimos “por eso es que presentía que la mejor opción era la otra, ¿por qué no me escuché?”

A medida que aprendemos a escuchar nuestra intuición, se empieza a ejercer de forma natural, se hace una práctica habitual que nos mantiene alineados, por lo que, cada vez es más natural, en especial, a medida que comprobamos que cuando seguimos nuestra intuición, esa opción siempre es la correcta.

Somos el camino, la utilidad de lo que éramos y lo que somos, estamos aquí, y hay muchas formas de llegar a donde vamos, pero la correcta es a través de la verdad, la verdad que muestra el corazón a través del camino. El camino no es ajeno a nosotros, el camino somos nosotros, puesto que somos nosotros a quien hemos recorrido, sentido; somos el vehículo, la forma, el cuerpo y la intuición. Somos la divinidad compuesta por alma, mente y cuerpo. Somos todo, y nos decimos lo que debemos hacer ¡escúchate!

"Probamos por medio de la lógica, pero descubrimos por medio de la intuición." Henri Poincaré. 

"La intuición es el conocimiento interno, la guía de nuestra misión." Alex Mero.

domingo, 21 de septiembre de 2014

¡Cambia al mundo en menos de 2 minutos!


Muchas veces sentimos querer ayudar al mundo, pero el ego nos dice que el mundo es demasiado grande y no hay nada que hacer. Como siempre los egos juegan a mantenernos pequeños, pero imagínate una jarra de agua a la que se le coloca una gota de tinta azul, esta gota se fundirá con toda el agua, imagina que cada persona es una gota de tinta, cada una de estas gotas oscurecerá más y más el agua. La playa no sería playa sin cada grano de arena, el cielo no sería cielo sin cada estrella, son una unidad, no existe la separación, la separación es un concepto usado por los egos para detener nuestro crecimiento, para evitar que desarrollemos nuestros valores y ayudemos al mundo. Cada uno de nosotros al creer, crea, crea al universo, cada pensamiento es energía creadora. Entonces, si cada uno de nosotros es una gota de tinta azul que puede cambiar el color del agua, gota a gota, ¿Qué estamos esperando para hacerlo?
Nuestro miedo más profundo es ser poderosos, brillantes sin medida, y nuestros egos juegan a empequeñecernos, y eso no le sirve al mundo. Tu ego te dice: ¿Quién eres para ser luz brillante? Mejor pregúntate de corazón: ¿quién no eres para ser esa luz? ¡Ya lo eres, todos lo somos!
Hay muchos tipos de meditaciones, cada persona debe encontrar la suya, no hay un camino único, cada ser debe conocerse y adaptar la meditación a sus propias necesidades, meditar no se trata solo de sentarse en cierta posición por un tiempo definido, hay muchas formas de hacerlo.
Aquí solo quiero dar una sugerencia que, intento practicar a diario y me llena de tranquilidad.

Dos minutos de visualizar luz que sale de ti, dorada, o de cualquier color, cúbrete, a ti, el lugar donde estas, tu ciudad, los territorios y el mundo. Dirige esta luz compasiva había todo el mundo, hacia esas personas que no conoces personalmente, que pueden tener una enfermedad física emocional o mental o padecer pobreza hambre desesperación injusticia o persecución. Deja que se expanda a toda la humanidad, mírala brillar, sanar corazones, dar paz, mírala hacer magia, dibujar sonrisa y calidez, respira profundo. Ahí está, estas ayudando al mundo, tu gota de agua azul da color a toda el agua en la jarra.


sábado, 13 de septiembre de 2014

Responder o Reaccionar?


La diferencia entre responder y reaccionar viene dada por el lugar al cual permitimos que nos llegue el mensaje. Reaccionar es como tomar la raqueta y pegarle a la pelota rodeada de fuego que te lanzaron desde el otro lado de la cancha, sin pensarlo mucho, por instinto, alejar la pelota con fuego, "que le haga daño al otro". En la misma situación, responder sería, tomar la pelota con guantes de acero, sumergirla en agua para apagar el fuego, y devolverla rodando por el piso.
¿Dónde quiero llegar? La pelota fue lanzada por un dragón, lo que llego a ti fue encendido por su fuego interior, proyecta en ti lo que lleva por dentro, es su instinto si, pero para cambiar una situación debemos romper patrones... el patrón habría sido, golpear la pelota con fuego devolviéndola al otro lado de la cancha.
Cuando nos tomamos un momento para pensar en la agresión verbal, psicológica o física que nos hacen, nos permitimos interiorizarlo, entender que no es personal, que lo que vino del otro es una proyección propia, somos su espejo. Cuando reaccionamos nos drenamos, nos presionamos por una respuesta rápida y además, nos impacientamos por tener la razón. ¿Resultado de esto? Frustración, ansiedad, enojo y hasta ira.

Cuando nos tomamos unos segundos para preguntarnos ¿De donde viene esto?, nos damos la oportunidad de una nueva perspectiva, que te ayuda tanto a ti como al otro. El cambio comienza por nosotros mismos... Reaccionar no es saludable, responder es aleccionador. 

"Con la paciencia y la tranquilidad se logra todo... y algo más." Benjamín Franklin.

viernes, 5 de septiembre de 2014

La Teoría de ¨La Espiral del Silencio": influencia de la opinión pública en cada individuo



La teoría de ciencias políticas y comunicación propuesta por la politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann (1916-2010) en su libro La Espiral del Silencio. Opinión pública: nuestra piel social (1977), trata de la influencia y el poder que tiene la opinión pública en cada individuo, lo cual es entonces una forma de control social, en la que los individuos adaptan su comportamiento, opiniones y posiciones a las actitudes predominantes de lo que es aceptable o no, es decir, a lo asumido por la mayoría, ya que, la sociedad amenaza a estos individuos con el aislamiento. Esto provoca en los individuos lo denominado por Neumann como “sentido cuasi-estadístico”, actitud en la que los individuos sondean constantemente la opinión “común”, y se sienten alentados a expresarla si concuerda con la mayoría o a cohibirse si no, lo cual “enmudece” a quienes tienen opiniones diferentes a la de la mayoría. También describe lo que denomina el “núcleo duro”, que son aquellos pocos individuos que mantienen sus opiniones y las reafirman, y que suma cada vez más adeptos, porque las opiniones mayoritarias son adquiridas por individuos que se dejan llevar por las masas sin fundamentos para sus opiniones.

Ya que los individuos temen al aislamiento social y buscan identificar sus ideas para sumarse a la mayoría, la principal fuente de información son los medios. Para cuando se publicó el libro de Neumann, la televisión ya era  un medio de comunicación masivo, pero ahora también las redes sociales, los cuales según esta teoría, definen el clima de opinión.

Por lo tanto, un individuo que quiere pertenecer, ser aceptado o tiene miedo a ser aislado, podría renunciar a su propio juicio, o simplemente no llegar a considerarlo, si antes de esto se deja llevar por el juicio de la mayoría o la opinión popular, otra forma de control de la sociedad.

"No hay que temer a los que tienen otra opinión, sino a los que tienen otra opinión pero son demasiado cobardes para manifestarla." Napoleón.