Deja que el universo te quite a
la velocidad que le plazca, en el momento que sea, la experiencia que ya
tuviste, el espejo en el que ya te viste, el chiste que ya reíste, el golpe que
ya sufriste. La distancia entre dolor y felicidad se mide en aceptación, amar
es aceptar. Amate, entrégate a la vida, fluye con ella. ¡No hay error que salga
mal!
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